domingo, 7 de julio de 2013

LIBRE PARA... ESCRIBIR.



No suelo dar explicaciones de mis actos, pero ésta vez no puedo dejar pasar la oportunidad de escribir sobre ciertas reacciones que me dejaron con la quijada en el piso. A continuación y únicamente para "instruir" a algunas cabecitas huecas que no conocen lo que es una Columna de Opinión, dejo al descubierto las herramientas de trabajo con las que realice mi escrito: "No conecta, ni nos conecta", publicado en el periódico "Reforma".
La gente preparada o medianamente preparada, sabe que dentro de este tipo de textos se puede acceder a una forma distinta de interpretar y que es perfectamente válido hacer una analogía. Ahora bien, para quien no sabe qué es esto, ni con qué se come, ANALOGIA: búsqueda de la semejanza o proporción entre cosas aparentemente distintas, que llevan a la detección de atributos semejantes en seres o cosas.
 PARA QUE MEJOR ME ENTIENDAN: exposición de conceptos o experiencias particulares y generales sobre cierta persona o personaje en determinadas circunstancias, como elegí hacerlo con Trevi alias "Aurora", buscando establecer esas semejanzas por más leves o arbitrarias que parecieran.
 ¿Y saben por qué? Porque es  válido cuando se trata de una COLUMNA DE OPINIÓN.
Uno expone sus argumentos, el lector decide si está de acuerdo o no... Obvio, no soy vidente, no soy psiquiatra, pero si una periodista con muchos años en el medio, como para saber distinguir entre la gimnasia y la magnesia.
CONSEJO UTIL PARA LAS CABECITAS HUECAS: Digan "No" a la amnesia.
SUGERENCIA A FANS "ofendidos": Los verdaderos detractores, ahora "amnésicos", permanecen en la memoria colectiva de la gente inteligente... favor de buscar sus nombres en los archivos "muertos"...
 !Sorpresota que se van a llevar!

viernes, 5 de julio de 2013

No conecta, ni nos conecta...


EN BOCA CERRADA / No conecta, ni nos conecta

Por

Claudia de Icaza




(05-Jul-2013).-
Fui de las primeras en asegurar que Libre para Amarte iba ser un trancazo, pero debo admitir que no está gustando tanto como supuse y creo saber cuál es una de las tantas razones por las que esta historia, protagonizada por Gloria Trevi, no ha logrado engancharnos: Ella finge mejor en la vida real, que en la ficción.

A la cantante siempre le ha costado trabajo dejar aflorar sus verdaderas emociones. Lección aprendida cuando se vio obligada a lidiar con las terribles acusaciones que por años pesaron sobre su persona. Si en la vida real nunca la vimos llorar a mares por la tragedia que la perseguía ¿por qué pretender verla echarse una lagrimitas en la trama de esta novela, aunque su personaje lo requiera?

Por años negó sentir amor hacía Sergio Andrade, aunque se sabe que ella sí estaba enamorada de él. ¿No hasta llegó a ocultar de manera magistral, que no estaba desilusionada, ni dolida por todas las cosas que le hizo este tipo astuto y "encantador"? ¿Cómo pedirle entonces, que proyecte en pantalla la decepción que le provoca, lo que le hace en la ficción, el astuto y encantador Eduardo Santamarina?

En la vida real se mantuvo imperturbable cuando nos enteramos que el productor musical era un vivales. Un villano a quien se le atribuye, entre otras muchas cosas, utilizar la fama de la cantante como carnada para levantar jovencitas y utilizarla a ella como generadora de los recursos económicos que necesitaba para mantener aquel harem.

¿Curioso, no? En lugar de conectar con ese sentimiento de coraje e impotencia que pudo haberla embargado en aquella época, nada de esto ha logrado transmitir en su papel de Aurora, al enterarse de que Ramón le vio la cara y le "birló" los ahorros que ella tenía contemplados para la operación de su papá.

Algo grave pasa en el interior de Gloria Trevi, que no la deja ser libre para actuar, que no le permite ser vulnerable, ni saber manejar esa gama de emociones y sentimientos en pro de su trabajo actoral. Y no es porque lo diga yo, así lo ha planteado Angélica Aragón, como la actriz experimentada que es: "El actor negocia consigo mismo, todo lo que uno puede traer desde la temprana infancia es útil".

Gloria Trevi no se ha permitido ningún tipo de catarsis desde su temprana infancia: se la ha pasado aparentando ser un roble que no se dobla ante las tempestades. Peor aún, cuando tiene la oportunidad de sacar todo lo que trae atorado por medio de la ficción, hay algo que se lo impide.

Yo creo que ella, en sí, es un personaje que no está en condiciones de interpretar a nadie que no se parezca a ella. Y me refiero, en concreto, a esa figura audaz e irreverente que nos vendió y que pudo haberse diluido cuando se hizo pública esa vida suya bajo el control total de Sergio Andrade. Control que se repite, pero ahora bajo la batuta de su esposo Armando, de ahí la actitud parca y temerosa al ocurrir cualquier acercamiento con sus galanes en la trama.

Emilio Larrosa tendrá que aceptar que se equivocó y que no se le pueden pedir peras al olmo. Sus fans, eternos admiradores, tendrán que asumir que ella no está hecha para el melodrama, ni para escenificar trama amorosa que ponga fuera de sí a su marido. Borrón y cuenta nueva. Que se dedique a mover los sentimientos y las emociones de sus seguidores, pero con su música y en sus presentaciones.



twitter: @ladeicaza

claudiadeicaza@hotmail.com