En boca cerrada / Atrapada y sin salida Por Claudia de Icaza Su error garrafal no es dedicar su tiempo de ocio a la actividad cinegética, tan antigua como la existencia humana, aunque hoy en día vista como una práctica cruel y sanguinaria por una gran mayoría. Su grave error es no acabar de aceptar que en su intento por adaptarse al mundo aristocrático y frívolo de su galán, perdió la perspectiva de lo que ella como imagen pública pretende transmitir al público: mujer sensible, compasiva, relacionada con eventos altruistas, que ayuda a los grupos más vulnerables. ¿En qué estaba pensando la cantante, cuando envío un comunicado de prensa para defenderse y explicar, en tono molesto, que esas fotografías le habían sido robadas y no pertenecían al mismo evento? Escribir sin reflexionar sobre su forma de conducirse en diferentes circunstancias de su vida y todo lo que esto conlleva, la dejó peor que en aquel suceso con su guarura. Yo todavía tengo mis dudas sobre su verdadera personalidad. ¿Ciega como era su personaje de María Guadalupe en la telenovela Lazos de Amor? -Ciega de amor por un hombre de un mundo distinto al de ella, que no conoce y en el que solo se deja llevar-. ¿Ambiciosa, fría, mimada y caprichosa como era María Paula en éste culebrón? ¿Dulce y sensible como María Fernanda, en su caso, "victima" de la intolerancia? Su mayor conflicto no está en haber recibido una cascada de críticas mordaces en una red social, su mayor conflicto está en descubrir quién es y cómo es en realidad, hacía dónde va y qué es lo que desea y está en su esencia proyectar. Sobre todo a esos fans que no tuvieron elementos de peso para defenderla. Ser o no ser, hablemos de posturas. Ahí tienen la que mostró el cineasta Guillermo Arriaga, abierto y empático con ella y dispuesto a escribirle: "Querida Lucero, desde el desierto de Coahuila, donde me hallo cazando, te mando mi solidaridad y un abrazo grande"... "¿Abrazo grande de oso, como se entiende por ahí?", me pregunté cuando lo leí. Buscar ser comprendida justo en estos momentos de tanta violencia en el mundo, verse vinculada a una "actividad recreativa" que toca fibras profundas, fue un acto suicida. Máxime si como actriz y como persona se la ha pasado buscando dar otra cara, vendiéndonos otro tipo de historias. De Guillermo Arriaga, quien perdió el sentido del olfato en una pelea callejera, sólo puedo decir que su "olfato" profesional lo ha convertido en un guionista exitoso y congruente, que va por la vida hablándonos de historias crudas y sanguinarias: Amores Perros, cuya trama habla de la parte obscura de la vida en México; y Babel, relacionada con la muerte. Caso curioso: Babel aborda la historia de dos hermanos que llevan sus cabras a comer al monte, y mientras prueban su eficacia con el rifle, no hieren de gravedad a uno de sus animalitos, sino a una mujer que va como turista en un autobús. Otra vez Lucero en el ojo del huracán y defendiendo, sin armas, lo indefendible. @ladeicaza claudiadeicaza@hotmail.com |
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viernes, 10 de enero de 2014
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